HISTORIA INDUSTRIAL DE ONIL
Ramon Mira, guardia civil de profesión y gran aficionado a las artes
plásticas fue el primer fabricante de muñecas en España empleando
barro cocido, allá por el año 1877. Él pintaba, maquillaba y decoraba las
muñecas, y su esposa hacía los vestidos.
Pronto el barro cocido, debido a su fragilidad, lo sustituyó por un
ungüento casero a base de harina de algarroba, sosa caustica, fécula de
patata, serrín, corteza de pino picado y trocitos de cartón, al que dio el
nombre de “gacha”. Con esta pócima mezclada en frío, rellenaba los
moldes de hierro y bronce para crear las diferentes partes de la muñeca
(brazos, piernas, cuerpo y cabeza). Después unía estas piezas con un
cordón para que la muñeca tuviera movimiento.
El color rosado de la piel se conseguía con la piel de la fruta de la
granada, machacada y macerada con una mezcla de cal. Con la pulpa
de la misma fruta se elaboraba una crema que servía de colorete. El
brillo de las Muñecas se conseguía con la resina de los pinos. Sus
muñecas causaron furor en los mercadillos y bazares de la época.
Los seguidores del legado de Ramón Mira, el matrimonio Juan-
Mora creó la primera fábrica de muñecas verdaderamente moderna,
fundando la firma “Eduardo Juan y Cía.”, y dando a la muñeca de Onil
una relevancia internacional. Nacían en España las primeras Muñecas
de cartón.
Primero daban forma a los brazos, piernas, cuerpo y cabeza con
moldes, recortaban las piezas, las unían con articulaciones dándole
movimiento a la muñeca, la masillaban y le aplicaban color y maquillaje.
Tras un tiempo en la sala de secado, la decoraban. Le ponían ojos,
pestañas, peluca con lana de mohair, la peinaban, vestían y calzaban.
Los vestidos y complementos eran realizados por modistas y
costureras. Cada muñeca era única.
Durante las primeras décadas del siglo XX se crearon nuevas
firmas como “Blanquer y Cía”, “Rico S.A.”, “Isidro Rico Miralles” y
“Santiago Molina Sempere”, entre otras.
Después del año 39 se siguieron produciendo muñecas con gran
esfuerzo por parte de los empresarios debido a la precaria situación de
la posguerra. La firma José Berenguer comenzó en 1944 y pronto
destacó por sus muñecas de gran realismo.
En 1946 Santiago Molina destacó con la Muñeca Maricela,
fabricada en Onil. También el mismo año la firma Diana dirigida por
Isidro Rico Juan dió vida a la muñeca Cayetana, que fue amadrinada por
la Duquesa de Alba. Fabricada de cartón bañado por cola blanca, tuvo
un gran éxito en España.
En 1955 se instalaron en Onil las dos primeras máquinas para
inyectar plásticos, las extrusoras, que calentaban el material hasta
licuarlo e inyectarlo en moldes. Fue la utilización del plástico la que
permitiría crear muñecas de muchas formas y variados colores,
previamente creadas en moldes. Las diferentes partes de la muñeca
eran unidas mediante gomas elásticas.
Creación de Famosa, La producción muñequera en Onil daría un
importante salto al agruparse la mayoría talleres bajo una misma firma,
pudiendo afrontar la compra de nueva maquinaria y siendo así más
competitivos frente a un mercado cambiante, evitando la desaparición
de muchas pequeñas empresas de la población.
Esto tuvo lugar en febrero de 1957, cuando 25 pequeñas
empresas de Onil se unieron constituyendo Famosa (Fábricas
Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A.)
Onil es la Villa Muñequera por excelencia, donde se encuentra el
80% de fabricación nacional de muñecas.